En Chile, existen dos figuras jurídicas comunes para organizaciones sin fines de lucro: las fundaciones y las corporaciones. Si bien ambas tienen como objetivo principal contribuir al bienestar social, presentan diferencias clave en su estructura y funcionamiento. Elegir entre una u otra depende de varios factores, como la forma en que se desean tomar decisiones y la fuente de financiamiento inicial. En este artículo, exploraremos las similitudes y diferencias entre estas dos entidades, destacando cómo se constituyen y operan dentro del marco legal chileno.
Similitudes en el Proceso Legal: Constitución y Trámites
Uno de los primeros aspectos que se deben tener en cuenta al formalizar una fundación o corporación en Chile es que ambos procesos son bastante similares en términos de tramitación. Tanto la fundación como la corporación requieren la certificación de la documentación ante un notario o un ministro de fe autorizado por la municipalidad. Este trámite permite que la organización obtenga la personalidad jurídica necesaria para operar legalmente.
En ambos casos, el tiempo de tramitación es el mismo. Una vez realizada la inscripción, la entidad aparecerá en el Registro Civil como una organización formal. Este proceso puede parecer burocrático, pero es fundamental para asegurar que la organización cumpla con los requisitos legales y pueda recibir donaciones, firmar contratos y participar en otras actividades legales.
En lo personal, hemos tramitado la formalización de corporaciones y fundaciones, y podemos afirmar que los plazos son idénticos. En ambos casos, se requiere certificar la documentación ante notario o un ministro de fe, y se sigue un proceso similar para obtener la personalidad jurídica a través del Registro Civil. No hay diferencia significativa en los tiempos. Así que elegir una u otra, el factor tiempo de su constitución no es relevante.
Diferencias Claves: Gobernanza y Decisiones
Aunque el proceso legal es similar, la diferencia más importante entre una corporación y una fundación radica en su estructura de gobernanza. Las corporaciones son organizaciones democráticas, donde los socios tienen voz y voto en la toma de decisiones. Cada miembro de la corporación puede participar en las asambleas y votar sobre las políticas y acciones de la organización. Esto garantiza que las decisiones reflejen los intereses de la mayoría de los miembros, lo que ofrece un enfoque más participativo y democrático.
Por otro lado, las fundaciones funcionan de manera diferente. En lugar de depender de la voluntad de un grupo de socios, las fundaciones se rigen por los deseos del fundador o del directorio. En este caso, el poder de decisión recae en un grupo selecto de personas (directorio o patronato), y los colaboradores, voluntarios o socios no tienen participación en las decisiones estructurales de la fundación. Esto las hace menos democráticas en comparación con las corporaciones.
El Rol del Patrimonio en Fundaciones y Corporaciones
Otra diferencia significativa entre fundaciones y corporaciones es la manera en que se estructura el patrimonio inicial. En las corporaciones, el patrimonio es aportado por los miembros fundadores, quienes contribuyen con los recursos necesarios para poner en marcha la organización. Esta contribución puede variar dependiendo de la capacidad económica de los miembros, y no existe un mínimo legal para el aporte.
En las fundaciones, el patrimonio inicial proviene exclusivamente del fundador. Aunque en Chile no existe un mínimo establecido por ley, se recomienda contar con al menos 500 mil pesos chilenos para comenzar. Sin embargo, también es posible iniciar una fundación con menos capital, dependiendo de los bienes que el fundador pueda aportar, como equipos o bienes muebles. Este patrimonio inicial es esencial para garantizar que la fundación pueda cumplir con sus fines sin depender inmediatamente de donaciones externas.
En nuestra experiencia, hemos constituido fundaciones con $150.000 ($160 USD) equivalente en bienes, sin necesidad de capital líquido en una cuenta bancaria. Esto es muy diferente a otros países, como España, donde se exige un monto que mínimo de 30.000 euros para establecer una fundación.
¿Cuál Figura Jurídica Es la Adecuada para Tu Organización?
La elección entre una corporación y una fundación depende principalmente del tipo de control que se desea tener sobre la organización y de la estructura de financiación que se tenga en mente. Si prefieres una organización donde los socios tengan una voz activa en la toma de decisiones, una corporación sería la opción más adecuada. Sin embargo, si el objetivo es cumplir con la visión de un solo fundador o un grupo pequeño, y prefieres un control más centralizado para un crecimiento más rápido, una fundación puede ser la mejor opción.
Es importante evaluar cuidadosamente las necesidades de la organización y sus objetivos a largo plazo antes de tomar una decisión final. Ambas figuras ofrecen ventajas distintas y se adaptan a diferentes tipos de proyectos y estructuras organizativas.
En mi opinión, ambos modelos son muy buenos, pero la elección depende de la realidad y las metas de cada organización. He trabajado en la creación de fundaciones y corporaciones, y cada una tiene sus ventajas. La corporación es más democrática y consultiva, mientras que la fundación permite un control más centralizado y tiende a avanzar más rápido. Ahora, esto es simplemente un papel, el crecimiento de la organización dependerá de personas que la lideran.
Conclusión
Tanto las fundaciones como las corporaciones juegan un papel importante en el panorama social y solidario de Chile. Con una estructura legal y de gobernanza bien definida, ambas ofrecen oportunidades para impulsar proyectos sin fines de lucro. La clave está en evaluar los objetivos de la organización y seleccionar la figura jurídica que mejor se ajuste a sus necesidades.
Si quieres saber
- Cómo se crea una organización sin fines de lucro en Chile, haz clic aquí
- Cómo crear una Fundación en Chile
- Sobre los estatutos para una Corporación o Fundación
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